El subconsciente nunca duerme

03 Agosto, 2018

Es en el sueño y en la oración, un estado similar al sueño, que el hombre entra al subconsciente para hacer sus impresiones y recibir sus instrucciones.

En estos estados el consciente y el subconsciente se unen creativamente. El aspecto masculino y el aspecto femenino se vuelven uno.

¿Cómo me sentiría si mi deseo se cumpliera? es el sentimiento que debería monopolizar e inmovilizar tu atención mientras te relajas para dormir. Debes estar en la conciencia de ser o tener aquello que deseas ser o tener antes de dormirte.

Una vez dormido el hombre no tiene libertad de elección. Su sueño es completamente dominado por su último concepto despierto de su ser. Por lo tanto, él debería siempre asumir el sentimiento de logro y satisfacción antes de retirarse a dormir.

Tu disposición de ánimo previa al sueño define tu estado de conciencia mientras entras en la presencia del amante eterno, el subconsciente. Tu mente subconsciente te ve exactamente como te sientes que eres. Si mientras te preparas para dormir asumes y mantienes la conciencia de éxito al sentir "Yo soy exitoso", debes ser exitoso.

El subconsciente nunca duerme. El sueño es la puerta por la cual la mente consciente o mente despierta entra para unirse creativamente con el subconsciente. El sueño oculta el acto creativo mientras el mundo objetivo lo revela. En el sueño el hombre imprime en el subconsciente su concepción de sí mismo.

Nunca vayas a dormir sintiéndote desanimado o insatisfecho. Nunca duermas con la conciencia de la insuficiencia. Tu subconsciente, cuyo estado natural es el sueño, te ve como tú crees que eres, y ya sea que lo que crees es bueno, malo o indiferente, el subconsciente va a expresar fielmente tu creencia.

Eres un soñador eterno soñando sueños no eternos. Lo que sea que la mente del hombre puede imaginar lo puede realizar. El proceso creativo es primero imaginar y luego creer el estado imaginado. Siempre imagina y espera lo mejor.

El mundo no puede cambiar hasta que cambies tu concepción de él. "Como es adentro es afuera".

Nunca le sugieras a otro el estado que deseas verlo expresar; sino que convéncete de que él ya es lo que deseas que sea.

Las acciones y eventos del día son efectos; no son causas. El libre albedrío es sólo la libertad de elección. "Elige este día a quien servirás" es tu libertad de elegir el tipo de disposición de ánimo que asumes; pero la expresión de esa disposición es el secreto del subconsciente.

No pierdas ni un momento en lamentarte, porque pensar sintiendo los errores del pasado es reinfectarte. "Deja que los muertos entierren a los muertos". Sal de las apariencias y asume el sentimiento que sería tuyo si ya fueras el (lo) que deseas ser. Sentir un estado produce ese estado. La parte que juegas en el escenario del mundo es determinada por tu concepción de ti mismo. Sintiendo tu deseo realizado y relajándote tranquilamente hacia el sueño, te pones como estrella protagonista para interpretar tu papel en la tierra mañana, y mientras duermes ensayas y eres instruido en tu papel.

La aceptación del final [de la 'obra'] automáticamente da los medios de (para) su realización. Que eso quede claro. Si mientras te preparas para dormir no te sientes conscientemente en el estado del deseo cumplido, entonces llevarás contigo a la recámara de aquella que te concibió, la suma total de las reacciones y sentimientos del día de vigilia; y mientras duermes serás instruido en una manera en la cual serán expresados mañana. Te levantarás creyendo que eres un agente libre, sin darte cuenta de que cada acción y evento del día de mañana estarán predeterminados por tu concepto del yo cuando te dormiste. Tu única libertad es entonces tu libertad de reacción. Eres libre de elegir como sentirte y reaccionar al drama del día, pero el drama

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