Cuando abrimos los Registros Akáshicos conectamos con la Consciencia Universal/ Suprema/ Divinidad/Akasha, con aquello que lo contiene Todo, con la parte más sabia y de mayor vibración a la que podemos llegar por nuestra vía consciente. Por su parte, el Tarot conecta con el Inconsciente de la persona y nos puede aclarar lo que ya sabemos, o nos puede desvelar lo que no sabemos, olvidamos o reprimimos. Toda esta información, a su vez, está contenida por el Akasha, porque nada está fuera de él.
Una diferencia entre ambas disciplinas que me parece importante aclarar es que el Tarot está sujeto a la interpretación que le doy a las láminas que salen en la tirada. Esta interpretación está basada en lo que estudié, en mi experiencia práctica con las cartas y en mi intuición. Mientras que en una lectura de Registros Akáshicos transmito la información al consultante tal como me llega, sin interpretarla, ya que la información de Registros Akáshicos procede de una Fuente mucho más elevada de la que simplemente soy traductora o canal.
En una Lectura Akáshica de Tarot ocurre una simbiosis muy interesante. La lectura se orienta hacia el punto que el consultante puede observar en ese momento para sanar/liberar aquello que motivó la consulta. Es decir que abordo la inquietud del consultante, dejando espacio para que la energía de Akasha opere los cambios, las sincronicidades, la sanación que corresponda y que el consultante esté en condiciones de recibir.
Acerca de las consultas
Una recomendación puntual que hago es no limitar las preguntas a un pedido de adivinación, ya que no hago predicción.
Si bien en Tarot se responde mucho en sintonía con esa necesidad, al trabajar con los Registros Akáshicos decimos que estamos al servicio del Alma del consultante (que no siempre busca lo mismo que el Ego). Puede parecer que los asuntos de Alma y Ego se contraponen, pero la información de una lectura akáshica está orientada al Presente, a la apertura, a la elevación y a la transformación aún cuando haya partido de un pedido de predicción. La lectura orientará al consultante para que pueda ver sus puntos ciegos sin juicio y, muy posiblemente, a redirigir su mirada para no proyectarse a un futuro con múltiples variables.
Todos los temas pueden consultarse, aunque personalmente tengo reservas en responder temas de salud. No debe ser tomado como diagnóstico nada que no provenga de un profesional médico, y yo no soy médica.
Cuando abrimos los Registros Akáshicos se mueve energía que activa sincronicidades en nuestra vida, ayudando a tomar conciencia y a sanar. Por eso, el alcance de una lectura akáshica de Tarot tiene un impacto enriquecedor y liberador.
Me han preguntado cuál de las dos herramientas es mejor para consultar un tema. En mi experiencia, ambos recursos son muy buenos por separado y se potencian cuando se usan en conjunto. Lo importante al momento de elegir una u otra, o ambas, es lo que él o la consultante siente que es lo mejor para él/ella. Se percibe como una sensación en el pecho que señala lo que el Alma está preparada para recibir en el momento presente. Y por allí vamos.
